Muestra Individual "Emociones Místicas" en el Centro Cultural Paraguayo Americano

Emociones Misticas
El martes 13 de noviembre a las 19:30 hs., se inauguró mi muestra individual titulada "Emociones Místicas" en la Galería Agustín Barrios del Centro Cultural Paraguayo Americano (España 352). Esta muestra contó con el auspicio de la Red Cultural Mercosur (RCM) y estuvo abierta al público hasta el viernes 30 de noviembre con entrada libre. 

Emociones Místicas: La Vía Interior
"La experiencia más hermosa que tenemos a nuestro alcance es el misterio. Es la emoción fundamental que está en la cuna del verdadero arte y de la verdadera ciencia. El que no la conozca y no pueda ya admirarse, y no pueda ya asombrarse ni maravillarse, está como muerto y tiene los ojos nublados. (...) La certeza de que existe algo que no podemos alcanzar, nuestra percepción de la razón más profunda y la belleza más deslumbradora, a las que nuestras mentes sólo pueden acceder en sus formas más toscas... son esta certeza y esta emoción las que constituyen la auténtica religiosidad."

Albert Einstein, fragmento del ensayo "El mundo como yo lo veo", publicado en 1934.

El arte me permite acceder a ese enigma que envuelve el mundo que habitamos. Para ello encuentro en el símbolo, una ventana hacia los universos profundos de nuestra humanidad donde es posible descubrir la belleza más sublime. Es aquí donde se produce la emoción mística… ese estadio donde la belleza sustancial nos subyuga y penetra en lo más profundo del alma.
Cada elemento se convierte en protagonista de una experiencia trascendente que invita al espectador a indagar en una realidad más allá de lo visible. El espíritu se encoge ante tanto vacío en un vano intento por encontrar una respuesta a los interrogantes de la existencia humana. El ascenso es el descenso. Aunque parezca contradictorio, la evolución espiritual sólo es posible a partir de la aceptación de nuestras imperfecciones.

Es mi deseo que esta exposición pueda brindar un pequeño refugio para el espíritu en un mundo donde el tiempo nos consume a pasos agigantados. Cada tanto, es necesario detenerlo, aunque sea un instante, para prestar atención a lo que permanece inadvertido por los velos de la rutina. Cuando ese instante se detiene, es cuando la emoción mística se apodera de nuestro ser para permitirnos descubrir nuevos aspectos de nosotros mismos y el mundo que habitamos, porque somos espejo y reflejo de aquello que nos rodea. Y es la emoción mística quien encuentra en el arte una poderosa herramienta capaz de tender puentes más allá de la vida y las individualidades.

Adriana Villagra, 2012.


Resquicios de lo real y lo simbólico 
Las uvas pintadas por Zeuxis (siglo IV a.C.) lograron engañar a los gorriones que revoloteaban entorno a la imagen. Esta anécdota histórica refiere la competencia por el realismo entre  dos importantes pintores griegos  –Zeuxis y Parrasio-  y confirma los afanes de los pensadores en atribuir al realismo el fin último de la mimesis en  la imagen artística. Con el tiempo, esta idea prospera lo suficiente sorteando dificultades histórico filosóficas hasta constituirse en lugar común de la verdad de la representación. Hoy, y ante el advenimiento de la imagen tecnológica, el realismo sigue obsesionando  a un significativo público interesado en el derrotero de lo visual.

La obra de Adriana Villagra se ubica en una frontera inestable del concepto de mimesis, lugar en el que confronta el hecho visual con la dimensión simbólica; meollo con consabidas dificultades conceptuales: lo que se mira, lo que se ve, en sentido estrictamente ocular, ¿qué nota de lo real es, qué y cómo informa? ¿Lo que vemos es sólo el artilugio, la treta, de lo simbólico?  Ella es consciente que contestar una y otra pregunta ocupó en gran medida el tiempo de expertos en cuestiones visuales, y la respuesta se mueve en una profundidad sin fondo. Sin embargo, es precisamente acá donde su arte despliega sus estrategias y desafía a los devenires de la mirada.

Adriana sabe que una determinada y convencional pincelada la ubica en un más acá o un más allá de lo real: ¿realismo o hiperrealismo? También sabe que la representación es una extraña y brumosa operación con la forma, recordando que no todo le está permitido y revelado al ojo inquisidor: sedienta de verdad la imagen busca en el recurso simbólico redimir sus faltas e incompletudes, ya que no todo le es revelado al ojo y hay una cuota mimética hermética saldada más allá de lo visible.
En esta inquietante serie de pinturas el óleo es relegado y domeñado a simple tamiz de las emociones y el significado; la artista no se permite subjetividades  resignando la expresividad  de la pincelada  y el trazo, gesto que la reduce a apenas testigo de los fenómenos acaecidos en el tiempo y el espacio: una escalera, un enérgico tendido de alambres, una flor, residuos de mortero, tierra y polvo y cielo quejumbroso designan un momento de la memoria y los avatares de la vida cotidiana, en la que la sensibilidad de la artista recoge el eco y la vibración de las cosas que pasan y le pasan.

Carlos Sosa - Crítico de arte
Asunción, Noviembre de 2012

Con mis obras"Alma cautiva" (izquierda) y "Más allá del horizonte", (derecha)
Detalle de la instalación que preparé para la exposición.
Entrevista para el programa "Espacios & Tendencias" emitido por Red Guaraní.

Roberto Manzanal, haciendo la presentación oficial de la exposición.


Con mi madre, Ramona Riquelme, mi gran maestra en el arte.

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