"El Arduo Derrotero del Ser", óleo sobre lienzo, 50 x 40 cm. Colección: Fundación El Quijote de Madera, República Dominicana |
Jamás había leído la obra y sólo conocía algunos fragmentos sueltos, así que, para poder encarar este proyecto, empecé por empaparme de la obra y como no disponía de tanto tiempo para leer una obra tan larga, la escuché completa en formato audiolibro complementando con la lectura de ensayos sobre la obra para tener un marco teórico lo más completo posible a la hora de crear.
Cambié una y otra vez de tema, pero finalmente me quedé con el concepto que para mí ha sido lo más cautivante y que en cierta medida se relaciona con mi experiencia personal del último año y medio: “el autoconocimiento”, como gran lección de vida que nos deja Don Quijote, quien emprende su camino siguiendo la sabiduría de su corazón, con el amor como bandera y sus fieles acompañantes Sancho y Rocinante.
Es una obra para vivirla desde adentro en el momento justo, cuando el corazón está abierto y preparado para recibir la sabiduría que en ella reside. Es una historia que a su vez involucra varias historias, compleja y simple al mismo tiempo cargada de simbolismos sublimes.
Don Quijote es una obra muy profunda…que invita a ser leída en cada etapa de la vida, y nunca está desactualizada porque ha sido creada en el “aquí y ahora” y por eso trasciende el tiempo y se vuelve perenne. Su belleza y sabiduría no tienen fecha de caducidad.
La obra que pinté inspirada en Don Quijote de la Mancha actualmente forma parte del acervo permanente de la Fundación El Quijote de Madera, que tiene prevista una serie de exposiciones para el 2021 para conmemorar los 500 años del fallecimiento de Miguel de Cervantes y Saavedra.
A continuación transcribo el texto que escribí y que complementa el mensaje de la obra pictórica:
Miguel de Cervantes y Saavedra, “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, Capítulo 42, 2ª Parte.
Don Quijote nos enseña que el Amor es la fuerza motora para vivir una vida entregada al Ser “poniendo nuestros ojos en quienes somos, procurando conocernos a nosotros mismos”, por más difícil y desafiante que parezca esta tarea catalogada como locura por quienes no se atreven a transitar el sendero del autoconocimiento.
Don Quijote nos alienta a enfrentar nuestros “molinos mentales”, esas barreras ilusorias que emergen de nuestros pensamientos que nublan el vasto espacio celestial de la mente, que intentan desviarnos de nuestros sueños e ideales y nos impiden ver el cielo azul donde asoma una luna diurna que alumbra el camino hacia nuestro espacio interior, nuestra esencia.
Don Quijote nos muestra que todo ser humano tiene grandeza y es capaz de trascender, proyectarse al infinito, transformarse como una mariposa y plegarse hacia adentro para descubrir la verdad de quienes somos y así dejar como legado un eterno presente.
© Adriana Villagra | Realismo Simbólico ®
Asunción, Noviembre de 2021
A continuación transcribo el texto que escribí y que complementa el mensaje de la obra pictórica:
La Lección de Autoconocimiento de Don Quijote de la Mancha
“…has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse.”Miguel de Cervantes y Saavedra, “El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha”, Capítulo 42, 2ª Parte.
Don Quijote nos enseña que el Amor es la fuerza motora para vivir una vida entregada al Ser “poniendo nuestros ojos en quienes somos, procurando conocernos a nosotros mismos”, por más difícil y desafiante que parezca esta tarea catalogada como locura por quienes no se atreven a transitar el sendero del autoconocimiento.
Don Quijote nos alienta a enfrentar nuestros “molinos mentales”, esas barreras ilusorias que emergen de nuestros pensamientos que nublan el vasto espacio celestial de la mente, que intentan desviarnos de nuestros sueños e ideales y nos impiden ver el cielo azul donde asoma una luna diurna que alumbra el camino hacia nuestro espacio interior, nuestra esencia.
Don Quijote nos muestra que todo ser humano tiene grandeza y es capaz de trascender, proyectarse al infinito, transformarse como una mariposa y plegarse hacia adentro para descubrir la verdad de quienes somos y así dejar como legado un eterno presente.
© Adriana Villagra | Realismo Simbólico ®
Asunción, Noviembre de 2021
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